Farolitos

Medidas: 100 x 25 cm

San Miguel de Allende es una ciudad de luz, historia y poesía silenciosa. En Farolitos, busqué capturar la magia de sus tardes doradas, donde las calles brillan con una calidez que se siente casi etérea. La imponente presencia de La Parroquia vigila la ciudad, guardiana intemporal de su belleza colonial.

El juego de luces y sombras fue clave en esta obra. Utilicé pinceladas vibrantes para dar vida a las fachadas, mientras que los fríos azules y morados equilibran la calidez de los edificios iluminados por el sol. La figura solitaria que guía a la mula por las sinuosas calles añade una narración, tal vez un viajero que regresa a casa o un mercader perdido en sus pensamientos.

Este cuadro es una invitación a entrar en un lugar donde el tiempo se ralentiza, donde cada calle cuenta una historia y donde los colores se mezclan como recuerdos. Una obra perfecta para quienes deseen llevar a su espacio el alma de la ciudad más encantadora de México.