Calle Aldama

Medidas: 200 x 100 cm

Pinté la Calle Aldama para capturar una de las vistas más icónicas de San Miguel de Allende, un lugar que tiene un profundo significado para mí como artista. Esta calle no es sólo arquitectura: es emoción, color, memoria.

Quería que el espectador sintiera el calor del sol reflejándose en los adoquines, que oyera el murmullo lejano de los pasos, que se sintiera atraído por la intimidad de la belleza cotidiana. La catedral del fondo se eleva como un sueño, y cada pincelada era un homenaje a su presencia intemporal.

Con colores vibrantes y fuertes contrastes, he querido mezclar nostalgia y energía, tradición y vitalidad moderna. Esta obra invita a detenerse, respirar y caminar por la calle conmigo, aunque sólo sea a través de la pintura.